ELEGÍAS

Posted by Walterio | Posted in , , , , | Posted on 8/24/2008 12:00:00 a. m.

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En mi caja de recuerdos de la infancia...

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…un mechón blanco en su estuche transparente me devuelve los ladridos de Arlequín III desde su tanque cucha…

…un tosco dibujo a lápiz hace florecer al duraznero para que Arlequín IV le robe sus frutos estivales y los festeje bajo la sombra del roble…

…un lazo colorado, desata el nombre del Moño, aquel “perro asalchichado de color extraño” que una nochebuena decidiera quedarse para siempre en mi casa…

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Sierras Hotel
Alta Gracia
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Querida Mechita
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Estoy un poco resentida contigo porque la crónica que prometiste no está completa como deseaba, en fin será otra vez, la Hermanita que te deje en paz.

Lulú siente la nostalgia del clima vive durmiendo todo el día y sumamente triste, me parece (que) va a dejar sus huesitos por estos pagos.
Cuando vuelva te voy a llevar un pajarito azul y blanco que me han dicho es muy lindo y cantor.
Para Lia y Sarita muchos cariños y para ti un beso de Tinila y un abrazo de Alberto.
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1954-Arlequín I

“El mundo existe gracias a la inteligencia de un perro.”
Zend Avesta.

Comments (20)

Que entrañable amigooo.. preciosa postal!, imagenes que seguro hacen revivir emociones, estados, como siempre amigo, recibe un fuerte abrazo desde esta urbe mediterránea.

Homo-sapiensis: Anduve leyendo tu otro blog, tu novela me tiene intrigado! por los comentarios parece que tiene cierta raigambre helénica.

Volveré con algo, W. La sola foto del can me despierta ciertas picardías barriales, pueblerinas y como en los ocho o diez años, de cierto vandalismo infantil.
Algo saldrá de mirarla un rato. Promesa.

Gracias por tus poesias, soy yo de otra manera gritando desesperadamente los mismos caminos. besos miles de besos y abrazos guillermo

Guillermo: Me gusta jugar con esa posibilidad. A veces encuentro entre mis escritos de años pasados el contrapunto ideal para tus poemas minimalistas.

debo confesar una brutalidad supina, no sabía que fuera de esa enormidad, el Sierras hotel...

Nene: el hotel tiene un planteo apaisado y a cierta distancia parece ser mucho más grande de lo que es en realidad. Se decidió tal partido para aprovechar al máximo el asoleamiento proveniente de su orientación norte. Su tamaño, horizontalidad, el color blanco, las chimeneas de la cocina y el lujo de sus servicios le hicieron ganar el mote de "El transatlántico de las sierras".

Me encantó eso de "un lápiz hace florecer un duraznero" y luego que ArlequinIV venga hacer de las suyas bajo el roble. Besoss

Un transatlántico plantado en una provincia mediterránea, donde no hay oceáno...
Caramba. Qué buen nombre. Qué gran cuento que hay ahí.

Nel: A mi perro le gustaban los duraznos! y como el duraznero era bajito los cortaba con sumo cuidado y luego se echaba bajo la sombra del roble para comerlos, pero antes hacía todo un ritual de danzas y ladridos porque parece que la pelusa le daba cosquillas en el hocico.

Diego: Pues... otra vez tus dotes de clarividencia literaria anticiparon al futuro. Tengo un cuento a medio escribir sobre esa cuestión y he previsto un post que será una variación del tema.

Hola Walterio, he estado con algunos problemas, por eso no me viste pasear por aquí.
Leyendo la referencia hacia las mascotas, y particularmente hacia "Lulú", pensaba qué lindo resultaría filmar un corto con este tema.
Ciertamente, perros y gatos han sido los pasajeros ¿silenciosos? del Sierras Hotel que nunca nadie -hasta ahora- ha tenido en cuenta.
Pienso cuán original podría resultar una historia y algunas tomas a poca altura del entablonado del Sierras, como las que el productor de Phil Collins llevara a cabo en el video clip
"Something Happened on the Way to Heaven" (donde las pericias de un perrito fueron la excusa para una
propuesta distinta)
¿quedará alguna referencia acerca de estas mascotas en alguna fotografía guardada del Hotel?
Y se me ocurre, también: ¿existirá alguna tumba -de pequeñitas dimensiones- en el cementerio, con una cruz que rece el nombre de Lulu? Abrazo.
Maru.

Maru: La nuestra, es una ciudad a la espera de guionistas y directores.
En el pasado algunos paisajes y edificios fueron aprovechados en películas que fueron olvidadas por su antigüedad o por su mediocridad.
Lo que decís de la tumba, es poco probable que en el Sierras sucediera pero... si mal no recuerdo el otro gran hotel de la provincia de Córdoba: El Edén de La Falda llegó a tener un cementerio de mascotas.

Mi querida Mechita,
Estoy desconsolada. No va que me quejo de que la crónica prometida me deja en ascuas, que ahora regreso yo con la carta que menos deseo en mi vida.
No te asustes, no es tan grave. Lulú está mejor. Ahora se levanta y come todo el santo día. La serranía le abrió el apetito y hay un criollito que le arrastra el ala. Mi vida, esos jovencitos años no le dejan ver que el chiquito éste anda un poco, vos sabés, me explico, ¿no?
Pero Lulú no es el problema. La tenemos controlada. Alberto anda siempre con ella y cuando el criollo la hociquea lo saca carpiendo.
Mucho más no podemos hacer. Si me quejaba de que sólo dormía, triste y melancólica, mi Lulú ahora ha revolucionado el ambiente. La verdad que soy como la gata Flora, mi querida, porque cuando no vueltea el criollo, que seguro es cruza, una manada entera anda baboseando las lajas del patio del Hotel.
Conseguí el pajarito azul y blanco. Canta una maravilla. Alberto lo está entrenando. Le silba todo el día. Te prometo que te lo llevaré y que te alegrará la casa.
Bueno, el pajarito ha sido un problema, porque hizo que Alberto no preste atención a Arlequín. Yo no entiendo bien en qué piensa mi marido, querida, porque no tiene más que controlarlo.
Miralo en la foto y decime si Arlequín no es un angelito, ¿no?
Bueno, que pasó lo que tenía que pasar. Alberto se dedicó ayer a hablarle al pajarito cantor y Arlequín se puso, cómo decirlo, mimoso. Sí, mi querida, con Lulú.
Si ves bien, abajo de Arlequín hay una planta. Una belleza. Gardenia, creo que es. O era: porque se la sacudí a mi marido por pelotudo, querida mía.
Porque no fue sólo que Arlequín, vos me entendés, con Lulú. Ahí nomás se metió el criollito y un par más de la jauría esta que tienen en este pueblo dando vuelta por las calles.
Yo sé de la cordobesada bochinchera, ¿me explico?, pero esto es demasiado.
Que Arlequín me desgracie a Lulú, está bien, es familia, pero que ese criollito cualunque y los otros dos se hayan ensañado con él, quitándole toda hombría... Una vergüenza.
La sonrisa que le ves en la foto ya no existe más, mi querida.
Alberto, por suerte, está bien. Solamente tiene un cortecito chico en la cabeza.
Ahora Lulú duerme y el pajarito sigue cantando. A Arlequín lo veo y se me llenan los ojos de lágrimas. Ay, mi querubín.

Diego, te contrato como escritor y guinista para mi cortometraje.
Muy entretenido, sobretodo porque tuviste en cuenta al canario.
Maru

Diego: Tu relato acaba de ventilar este desván de recuerdos. Me has hecho reir pensando en semejante situación, admiro tu rapidez para atar cabos y proponer anécdotas.

Maru, cuando quieras.
Walterio, el gusto es mío. Ser el parásito de Altaria (vivir a costa de tus triggers) me permite descargar relatos que no encajan en El Gemelo --y guardarlos para otro libro ;)

(Ahora releo la respuesta y parece de dueño de blog, no de invitado. Qué vergüenza, qué desfachatez la mía. Mi madre, como hacen las madres en el campo, diría algo como: "¡Ricardo, vení a ver lo que hace tu hijo, querés!")

Diego: Aquí los invitados pueden sentirse como en su casa (¿o debo decir hotel).

Tal vez aquí, mi rol de anticuarista me envuelva en cierto formalismo del que deba escapar para cometer travesuras en otro blog o en blogs ajenos.

Walterio!.. hombre gracias amigo. Y si, es una historia contada en dos tiempos diferentes, uno transcurre en la Gecia Clasíca, con sus personajes y mitos reflejados en los mismos personajes que intervienen en el otro tiempo narrado.. pero no digo más, que sino la destripo yo mismo..jjejeje. Un abrazo amigo, y si no vengo más por aqui, es por falta de tiempo, no por falta de ganas de hacerlo. Pasenlo bien

Homo-Sapiensis: Me dejaste intrigado con tu novela...
No te preocupes si no puedes venir más seguido, a todos nos pasa andar corriendo en contra del reloj.